El BCE aprueba el proyecto del euro digital

El BCE aprueba el proyecto del euro digital

25 ago 2021 · 3 minutos

Por Inversis

El Eurosistema ha dado un paso adelante hacia la moneda digital europea y el 14 de julio de 2021 ha aprobado el proyecto del euro digital. Se abre una nueva fase de investigación para explorar su implantación en la vida cotidiana y para diseñar un producto listo para el mercado. Solo si esta prueba es satisfactoria se podría avanzar al siguiente paso, la emisión del euro digital.

La presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, ha subrayado que se han realizado análisis, se ha recabado información de los ciudadanos y los profesionales, se han realizado pruebas y se han obtenido resultados prometedores. “Nuestro trabajo trata de garantizar que, en la era digital, los ciudadanos y las empresas sigan teniendo acceso a la forma de dinero más segura, el dinero de banco central”, ha explicado Lagarde.

Esta fase de investigación durará 24 meses en los que se abordará, sobre todo, el diseño y la distribución del euro digital. Se desarrollarán prototipos, se promoverá la participación de ciudadanos, comercios y del sector de pagos y se identificarán las necesidades de los usuarios para lograr una moneda sin riesgo, eficiente y accesible. El objetivo no es que la moneda digital sustituya al efectivo, sino que funcione como un complemento. Es decir, el euro tal y como lo conocemos ahora no va a desaparecer, sino que ambas monedas convivirán.

Un aspecto fundamental del proyecto se centra en analizar el impacto del euro digital en el mercado, para garantizar la privacidad, evitar riesgos a los ciudadanos, a los intermediarios y al conjunto de la economía de la zona euro. Habrá que definir también el modelo de negocio más adecuado para los intermediarios. Para ello se realizarán consultas a los futuros usuarios y distribuidores.

Todos estos resultados se cruzarán con los que ya se han obtenido en los meses previos a esta nueva fase y en los que han participado el BCE y los bancos centrales nacionales de la eurozona, pero también expertos del sector privado y del mundo académico. Hasta ahora se han hecho pruebas en varios ámbitos como el registro de la moneda digital europea, la privacidad y la prevención del blanqueo de capitales, los límites a la circulación de un euro digital, el acceso de los usuarios cuando no estén conectados a internet y el fomento de la inclusión con dispositivos adecuados. En estos estudios previos, el BCE no ha identificado obstáculos técnicos importantes.

Se han probado tanto el servicio de liquidación de pagos inmediatos de TARGET como el blockchain y en ambos casos se superó con éxito el procesamiento de más de 40.000 transacciones por segundo. El objetivo es potenciar ambas infraestructuras para procesar los aproximadamente 300.000 millones de pagos minoristas que se realizan cada año en la zona euro.

 

 

Es en estos resultados favorables y en los cambios que se están produciendo tanto en la sociedad como en la innovación tecnológica en los que se apoya la decisión de seguir explorando la posibilidad de emitir un euro digital.

La digitalización se está extendiendo a todos los ámbitos y el sistema de pagos no es una excepción. De hecho, la pandemia del Covid-19 ha impulsado nuevos cambios, ha favorecido un aumento en las compras digitales y una caída en el uso del efectivo como medio de pago.

La transformación digital está haciendo evolucionar al sistema financiero y el BCE, consciente de ello, no ha querido mantenerse al margen. El diseño de un producto estable, seguro y que ofrezca confianza ha comenzado, aunque la decisión sobre la emisión del euro digital se tomará en una fase posterior. En ningún caso, como han subrayado desde el BCE, sustituirá al efectivo, pero preparará el futuro digital del euro.