Inversis ha ofrecido su visión global y regional del actual escenario macroeconómico en base al cual prepara su estrategia de inversión para el segundo trimestre de 2022. Así, de la mano de su estratega jefe macroeconómico, Ignacio Muñoz-Alonso, la entidad ha destacado cómo la economía global se adentra en una fase de menor crecimiento como consecuencia de la guerra en Ucrania, el aumento de los costes energéticos y un calendario de subidas de tipos de interés más agresivo en 2022. En concreto se prevé una contracción del PIB global de siete décimas hasta el 3,7% acompañado de un IPC global que podría cerrar el año en el 5,4%.
A pesar del aumento de la incertidumbre, desde Inversis se observa un crecimiento económico que mantiene la inercia de la recuperación post covid y aunque aumenta, la posibilidad de estancamiento no es aún el escenario central. El estancamiento solo llegaría si se produjesen nuevos confinamientos, una escalada del conflicto más allá de las fronteras de Ucrania o fuertes tensiones en la oferta de energía.
Riesgos globales
Este segundo trimestre se va a caracterizar por una situación inédita de riesgos compuestos. Es decir, sin resolver aun la crisis del covid nos enfrentamos a un escenario más adverso de subida de tipos de interés en EEUU y la guerra en Europa. A estos riesgos hay que añadir un deterioro abrupto de las expectativas de producción, un gap de precios en insumos o un agravamiento de las cadenas productivas, que, aunque ya registran notables mejoras desde el fin de la pandemia, se han deteriorado tras el estallido bélico en Europa.
En cuanto al impacto económico del conflicto, Rusia, representando apenas el 1,75% del PIB mundial, está provocando disrupciones en algunas industrias de sectores críticos. Así, Rusia es el primer exportador y segundo productor de gas del mundo, representa el 10% de las exportaciones de crudo, el 10% de las de Níquel o el 12% de platino. Junto a Ucrania suma el 25% de las exportaciones globales de trigo y girasol o el 13% de la producción de fertilizantes
Las sanciones, aunque poco eficaces en el corto plazo, dañarán el comercio internacional, así como una parte del sistema financiero y algunas industrias. Al mismo tiempo los millones de refugiados ucranianos que está acogiendo Europa supondrán una carga fiscal adicional a las economías de la UE. Todo esto tendrá como consecuencia un menor crecimiento en la producción de algunos sectores como la automoción, química o electrónica, prolongación de los cuellos de botella y aumento de la inflación.
Panorama regional
EE. UU ha registrado en febrero su inflación más alta en los últimos 40 años, un 7.9% que aún no recoge el impacto de la guerra en Ucrania. El impacto inflacionario previsto puede provocar una estrategia más agresiva de subidas de tipos de interés por parte de la FED para amortiguar los precios hasta el 4.3% a final de año, frente al 2.6% previsto en enero. El crecimiento económico sufrirá un deterioro significativo, contrayéndose más de un punto hasta el 2.8%
En el caso de Europa, a pesar de la cercanía con Ucrania, el recorte de PIB previsto es menor, apenas cinco décimas, hasta el 3.7% gracias al empuje del consumo que sigue experimentando un efecto rebote tras el fin de las restricciones Covid. El BCE aún no despeja dudas sobre el programa de tipos para este año a la espera de la evolución de la inflación más allá de su compromiso de reducción de compras netas bajo sus programas de adquisición de activos.
China, podría convertirse en el gran beneficiario de la guerra en Ucrania si consigue mantener el equilibrio entre mantener las relaciones comerciales con Rusia al tiempo que no interponerse en las sanciones impuestas por Occidente. En este sentido, el gigante asiático podría crecer un 5.5% apoyado por sus medidas de estímulo y siempre y cuando su estrategia COVID cero, que por ejemplo estos días mantiene confinados a los 25 millones de habitantes de Shanghái, la capital económica del país, no imponga restricciones adicionales a su producción.
Estrategia de inversión Inversis
La estrategia de Asset Allocation de Inversis para el segundo trimestre de 2022 pasa por recortar riesgos aumentando exposición a renta fija, sobre todo americana. Al mismo tiempo se aconseja una sobreponderación en alternativos.
En este sentido, comienzan a darse las condiciones para ir recomponiendo las carteras de renta fija, añadiendo riesgo soberano y de crédito. En ausencia de espirales inflacionistas se debe esperar poca volatilidad en el mercado de bonos con niveles estables.
Reducimos exposición a la renta variable por el riesgo de reducción de BPAs en el entorno actual y la posibilidad de que la recuperación de los mercados hasta niveles de final de 2021 pudiese retrasarse hasta 2024. Aun así, mantenemos posicionamiento en sectores con alta capacidad de recuperación post Covid, de largo plazo y que recojan los beneficios de la nueva situación geopolítica como la industria de seguridad y defensa, salud y farmacia, medio ambiente, energía y utilities.
Sobre Inversis
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